El 19 de junio se celebra El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos. Esta conmemoración busca sensibilizar y concienciar a la población mundial de la importancia de acabar con la violencia sexual durante los conflictos.
En países con situaciones complicadas la violencia sexual se refiere al abuso o amenaza a la cual es sometida una persona con el fin de obligar a la práctica de algún tipo de conducta sexual, que no es consensuada. En este escenario las víctimas son obligadas bajo la coacción a someter sus cuerpos y voluntad a las peores vejaciones y barbaries.
La psicóloga y terapeuta sexual, Ana Simó, asegura que una de las formas de violencia de género más comunes y silenciadas en República Dominicana es la violencia sexual que trata la coerción, imposición y control del hombre hacia la mujer en el sexo.
Según explica la especialista, la violencia sexual no tiene que manifestarse con golpes, más bien se expresa de forma verbal y psicológica. “En el momento que una mujer accede a tener relaciones sexuales sin quererlo, usted está siendo violada y eso tiene una repercusión en tus emociones”, afirma Simó.
Las señales suelen estar frente a nosotros, pero las dejamos pasar porque se han vuelto parte de nuestra vida diaria. Es importante que nunca justifiques una agresión física, psicológica o sexual con tu pareja.
Cuando el hombre no toma en cuenta si la mujer tiene o no deseo.
Cuando no le permite a la mujer prepararse para el acto sexual.
Cuando comienza a amenazarle e insinúa que está con otro.
Si no le importa cuál sea la situación de la mujer para satisfacer su deseo sexual.
Cuando nota el egoísmo del hombre ante su placer.
A pesar de que no existe un perfil social, religioso o económico para ser afectadas, sí existe un perfil de víctima que generalmente lo ocupan las mujeres con apego ansioso o inseguro: estas no llaman la atención y son mujeres que se pueden manipular. Aunque existen exenciones con los hombres narcisistas, ellos prefieren mujeres que sean un reto: exitosas, bellas y brillantes para dominarlas.
Es importante entender que este tipo de violencia llega por etapas, y en un inicio se manifiesta disfrazada de cuidado y preocupación de parte del hombre hacia la mujer, pero luego se convierte en control, imposición y coerción.
En el país, las mujeres suelen someterse a este tipo de maltrato de forma voluntaria porque la conducta violenta del hombre hacia la mujer está normalizada e incluso las mujeres justifican los actos dice la experta.
“Para que una mujer tenga deseo sexual tiene que sentirse valorada y cuando se da la violencia en la intimidad no se está sintiendo valorada y no tenemos que aceptar el egoísmo del hombre ante su placer. No somos un objeto”, deja claro la especialista Ana Simó.
Acciones que delatan la violencia sexual
Frases como “tú tienes a otro”, por el hecho de que la mujer no quiera o no se sienta dispuesta a tener relaciones sexuales, son consideradas actos de violencia, porque con esa frase el hombre está presionando y manipulando.Cuando el hombre deja de hablar porque no obtuvo sexo cuando quería, buscando que la mujer note la incomodidad y acceda, este acto es considerado de control y también es violento.No besarla, no hacerle sexo oral, cuestionar algún movimiento en la intimidad e insinuar o afirmar que otro hombre se lo ha enseñado, son actos violentos.Que en pleno acto sexual la compare con otra, afirmando que la otra se mueve mejor, también es violencia.Afirmar que, si la mujer no le hace en la cama tal o x cosa, se va para la calle a buscarlo, eso es violencia.Cuando un hombre piensa que es deber de la mujer y su derecho como hombre que haga lo que él quiera y en el momento en que él quiera.Cuando realiza la penetración sin estar lubricada o se tiene sexo anal sin lubricación, es violencia porque con el acto lastima.Si dice constantemente “tú eres mía” y se comporta como si fueras su propiedad y vayas a hacer lo que él quiera o diga en la cama.Cuando obliga o exige que vea pornografía, sin respetar los valores que tenga esa mujer.