El té verde reduce la obesidad, además de proveer elementos adicional para llevar una buena salud. Esta infusión estimula el crecimiento de bacterias intestinales consideradas “buenas”. Eso lleva a una serie de ventajas que reducen el riesgo de obesidad.
Esto se desprende de un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, en el que ratones alimentados con una dieta que contenía un 2 por ciento de extracto de té verde obtuvieron mejores resultados.
El té verde cuenta con una larga historia en los países asiáticos y se están adoptando cada vez más en Occidente. Las catequinas, una serie de polifenoles antiinflamatorios que se encuentran en el té verde, se relacionaron con actividad anticancerígena y menor riesgo de enfermedad cardíaca y hepática, según explicó Richard Bruno, autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry.
Ratones flacos vs ratones obesos
En base a estos antecedentes, los investigadores idearon un experimento que examinara los efectos del té verde en ratones machos alimentados con una dieta normal y una dieta alta en grasas diseñada para causar obesidad. Durante ocho semanas, la mitad de los animales tomó la dieta alta en grasas y la otra mitad una normal. En ambos grupos, la mitad comía extracto de té verde mezclado con su comida.
Después, midieron el peso corporal y el tejido graso, la resistencia a la insulina y otros factores que incluían la composición de los microbios intestinales o la inflamación en el intestino y el tejido adiposo. Los ratones alimentados con una dieta alta en grasas complementada con té verde ganaron alrededor de un 20 por ciento menos de peso y tenían menor resistencia a la insulina que los ratones alimentados con una dieta idéntica sin té.
Los investigadores también encontraron que el té verde parecía contribuir a una composición microbiana más saludable en los ratones alimentados con una dieta alta en grasas. Los ratones alimentados con la dieta normal suplementada con té verde también tuvieron beneficios que incluyen: un menor aumento de peso y niveles más bajos de toxinas.
Por ahora, es demasiado pronto para extrapolar los hallazgos en animales a las personas. “En caso de que los beneficios sean comprobables en humanos, consumir un poco en el transcurso de un día con otros alimentos, como hicieron los ratones en este estudio, podría ser mejor», detalló por último Bruno.